Algún día se estudiará, como modelo, el proceso de deconstrucción de España. Lo que quede va a ser un solar. Naturalmente llegará la recuperación: los ricos están aprovechando la crisis, la amnistía fiscal, el rescate bancario y serán más ricos dentro de una década. Volverán a tener oportunidad la especulación. En el camino se habrá quedado mucha gente con sus sueños y sus vidas rotas. Esto es la esencia del neoliberalismo: a cada crisis le sucede una ola a los que se suben los que tienen tabla de surf; muchos se ahogan y todos tendremos que seguir remando contra la corriente de la desigualdad.
Estoy aburrido. No sólo indignado. Un cansancio histórico de quien está al corriente de los dientes de sierra del capitalismo. Quienes recortan, no sufren. Y a los que sufren no se les ha pedido opinión.
Está democracia se está deslegitimando a paso de marcha. Si el compromiso electoral permite hacer lo contrario, ¿qué pintamos los ciudadanos?.
Leer más en: La deconstrucción | Carlos Carnicero
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