sábado, 18 de junio de 2011

Anatomía de un instante de Javier Cercas


Crónica de un golpe de estado que estuvo a punto de triunfar o que de alguna manera triunfó, en parte de sus pretensiones. Javier Cercas nos acerca a los entresijos del golpe adentrándonos en la anatomía de un instante, un instante protagonizado por Adolfo Suárez solo, ocupando su escaño y rodeado de escaños vacíos, mientras las balas zumbaban a su alrededor.

Yo tenía 24 años en ese instante, estaba casado y tenía un hijo de casi un año de edad. Ya hacía varios años que había abandonado la militancia política. Iba conduciendo del trabajo a casa cuando escuché la noticia por la radio, me entró una gran indignación, sentí vergüenza ajena y unas enormes ganas de reaccionar pero sin saber como

Como explica Cercas en su libro, yo también recordaba el haber visto el asalto al congreso en directo, pero evidentemente era mentira, las imágenes solo se pasaron una vez liberado el Congreso.

Llegue a mi casa, más tarde de lo habitual, mi esposa estaba preocupada seguía las noticias y no sabía donde estaba yo(en aquel entonces no teníamos móviles). A mi llegada hable con ella le dije que teníamos que hacer algo, que cómo íbamos a permitir que asaltasen el Congreso de los Diputados, ella me contestó ¡que no! que qué íbamos a hacer, agarré el teléfono e hice algunas llamadas a mis amistades, la mayoría de las cuales aún conservaban la militancia política.

No sabía que había que hacer, pero algo teníamos que hacer no nos podíamos quedar parados teniendo un golpe de estado en el Congreso, propuse ir a "asaltar" el cuartel de la Guardia Civil más cercano, nadie me quería seguir, todos pensaban que estaba loco. Es una de las veces que me he sentido más pequeño e inútil, pensar que no iba a hacer nada por luchar por la democracia recientemente adquirida. 

Como dice Javier Cercas: ""nadie en la ciudad donde vivía - ni en aquella ni en ninguna otra ciudad- se echó a la calle para enfrentarse a los militares rebeldes". Esa constatación junto a la imagen de los diputados escondidos bajo sus escaños me produjo una desazón íntima que me duró varios años, es verdad que yo estuve en la lucha de los últimos años del franquismo y para mí la política estaba idealizada.

Ahora con el paso del tiempo, viendo nuestros políticos gobernando de espaldas a su pueblo, me acuerdo de la imagen del congreso de los diputados, seguramente no todos pero la mayoría son unos pusilánimes y cobardes.


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