LA INSUMISIÓN FISCAL EN EL ESTADO ESPAÑOL HA EMPEZADO YA, CON ANDREU Y MARIA .
Hace cuatro meses con Maria dijimos basta. Notábamos que el País entraba en un espiral alarmante.
La tendencia peligrosa y que a criterio nuestro está hundiendo Cataluña no es el aumento del déficit, ni el descenso del bienestar de la población encabezado por el paro creciente, los recortes en sanidad, educación y servicios sociales; eso solo es la consecuencia.
La tendencia peligrosa y que a criterio nuestro está hundiendo Cataluña no es el aumento del déficit, ni el descenso del bienestar de la población encabezado por el paro creciente, los recortes en sanidad, educación y servicios sociales; eso solo es la consecuencia.
¿Entonces, a qué se debe la situación actual? Nuestra crisis, pensamos, que no es económica, es una crisis de justicia. Mejor: de injusticia. Una crisis de motivación. Hemos dejado que los valores fuesen quedando al margen, en nuestra sociedad. La honestidad, la sinceridad, la ética, la responsabilidad, la prudencia, la solidaridad han ido menguando entre nuestros dirigentes, y se han convertido en la excepción que confirma la regla.
Y esta manera de hacer ha ido minando la ilusión de los ciudadanos. Se ha perdido la cultura del esfuerzo y se ha ido sustituyendo por la cultura de la picaresca. Sin darnos cuenta que esta cultura, la de los espabilados no es la cultura que gusta a los catalanes(no en este sentido).
Pero hemos callado y hemos dejado hacer. Y ha pasado aquello que ya decían nuestros abuelos:“el que tiene jornaleros y no los ve, se hace pobre y no se lo cree”. Hemos dejado a nuestros gobernantes demasiada libertad, demasiada impunidad. Los hemos tolerado demasiados engaños. No hemos aclarado las cosas turbias. Y se han hecho fuertes. Hasta el punto de confundir su rol. Se han hecho la ley electoral a medida, consiguiendo perpetuarse en el gobierno, controlando los medios de comunicación, adaptando la justicia a sus necesidades, despilfarrando económicamente… Escuchando hablar al Presidente del País, tenemos la sensación que quien nos habla en "el dueño". ¡ Pues no! él es al que le hemos dado la responsabilidad de gestionar nuestro país según nuestros deseos. Nosotros somos "los dueños". Y tenemos el deber de exigir pespeto para nuestras decisiones. Decidimos gestionar nuestra economía, la justicia y la cultura. Y aquellos que lo gobiernan no lo ejecutan.
¡Hemos de protestar! Lo hemos de hacer pacificamente, sin aer en provocaciones, pero hemos de ser contundentes. ¡No podemos callar! Y lo más importante: lo hemols de hacer unidos.
Estos dias sentimos que unos protestan por la Escuela en Catalán, los otros por la Reforma Laboral, más allá los jóvenes universitarios y también los médicos, bomberos, policías. Cada uno protesta por su lado. Si somos conscientes que las goteras provienen de la azotea, en lugar de ir fregando cada uno su habitación, quizás lo que hace falta es concentrar los esfuerzos en reparar el tejado ¿no os parece?
¡Podemos tener el país que queremos, pero nos hemos de poner en ello!
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