11/02/2012
Juan Laborda
Juan Laborda
Las medidas de la nueva reforma laboral anunciadas por el gobierno del PP suponen la puntilla final para la economía española. Definitivamente se han quitado la careta, y el modelo productivo que proponen se basa en salarios aún más bajos y en una mayor precariedad, y fomenta la huida del talento. En definitiva la propuesta de Rajoy para nuestra querida España es muy clara: los jóvenes españoles bien formados acabarán en el exilio, y el resto de españolitos de camareros de todos y cada uno de los turistas que vengan a España a tomar sol y playa.
Transcurridos un poco más de un mes desde la formación del nuevo ejecutivo, ya podemos empezar, por lo tanto, a valorar y prever las consecuencias de las medidas de política económica adoptadas por Rajoy y compañía. El gobierno ya ha tomado sus primeras decisiones en política fiscal, reordenamiento del sistema financiero, y política de rentas. Y el panorama no puede ser más desolador. Los recortes de gastos y aumentos de impuestos, unidos a las políticas de reducción de rentas adoptadas por la tropa de Rajoy, y a la incapacidad de sanear el sistema financiero español, van a provocar una contracción económica en el período 2012-2013 superior al 6%.
Bajo este escenario, que luego justificaré, los mercados financieros se cebarán con España, aumentará la prima de riesgo de manera inexorable, y al final nos tendrán que rescatar, igual que a Grecia, Portugal e Irlanda.
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